Federico Pérez realizó un
impecable trabajo en Centenario, obteniendo todos los puntos en juego, en lo
que terminó siendo su tercera victoria en 96 participaciones. Lo escoltaron
Juan Pablo Barucca y Marcos Muchiut, en una competencia entretenida del tercer
lugar para atrás.
En el mundo de los
trabajos en equipo, es moneda corriente afirmar que si los conjuntos se
mantienen con los mismos participantes durante un lapso prolongado, finalmente
alcanzarán con creces los objetivos planteados. En el automovilismo, ésto se ve
dificultado por la permanente presión tanto de patrocinantes como de los mismos
equipos para llegar lo más rápido posible a los buenos resultados, terminando
generalmente con la ruptura del conjunto.
Un caso al que se le puede
relacionar esta reflexión es al de Federico
Pérez. El piloto juninense, que debutó en el TC Pista en 2010 con un Ford
del Alifraco Sport, recaló entre las
temporadas 2011 y 2013 en el A. Garófalo
Motorsport, donde alcanzó sus primeros dos triunfos en la especialidad (en
Río IV 2012 y Olavarría II 2013). Sin embargo, desde aquella última victoria,
el piloto de 31 años realizó varias modificaciones en búsqueda de resultados, que
no solo incluyó cambio de equipo, sino también de marca: en 2014 compitió con
una coupé Chevy del Trotta Racing,
mientras que el último certamen lo disputó nuevamente bajo la estructura de Garófalo,
volviendo al Falcon. A pesar de haber obtenido cinco podios, el “Correcaminos” no pudo retornar a la
victoria en aquellos años, terminando los campeonatos en el 10° (con el
Chevrolet) y 5° (Ford) lugar.
Un nuevo cambio de
estructura le deparó esta temporada, ya que tras no completar el presupuesto
requerido por Garófalo, llegó al Galarza
Racing, para manejar por primera vez una coupé Dodge. El año no comenzó de
gran manera en Viedma (abandonó tras la rotura del motor), pero en Centenario
pudo desquitarse de los pasados años sin triunfos: logró el “1” en la primera
tanda de entrenamientos con más de medio segundo de ventaja, y luego repitió la
posición en la sesión definitiva de clasificación, para adueñarse de su 3ª
“pole” en la categoría.
Su labor en las dos
competencias del fin de semana fue calcado: en la tarde del sábado, Pérez venció
por séptima vez en parciales, dejando a más de 3s de diferencia a su compañero
de equipo, Nicolás Dianda (Dodge).
Con la ventaja de haber realizado la batería más rápida, se adueñó del
liderazgo de la Final en el comienzo, posición que en ningún momento perdió, a
pesar de las dos neutralizaciones que lo hicieron nuevamente largar a la par de
su escolta, Juan Pablo Barucca
(Torino). Finalmente Pérez, que corre con el mismo auto que Facundo Ardusso
utilizó en 2013 en el Turismo Carretera, y que usara el mencionado Dianda el
último certamen, obtuvo su primer
triunfo con motor Cherokee, volviendo a la victoria tras casi tres años, y
devolviéndole la victoria a Dodge luego de ocho fechas.
Además, fue la segunda victoria para el
equipo de Ramiro Galarza, que no celebraba desde hacía cuatro temporadas (ver
“el número”).
El podio fue completado
por Barucca y Marcos Muchiut (Ford),
logrando los dos sus mejores resultados en la categoría, luego de 33 y 18
presentaciones respectivamente. El hombre del Werner Competición alcanzó el
último lugar del estrado tras la exclusión de Tomás Urretavizcaya (Dodge), por un toque con Alan Ruggiero (Ford). La definición post-competencia que tuvo el
tercer lugar se relacionó con lo ocurrido en ella, donde tanto Nicolás Dianda (abandonó por rotura de
radiador), como Julián Santero (hizo
un trompo), el propio “Urretita” en mitad de carrera (se complicó con el dibujo
de Santero) y Nicolás Cotignola
(rotura de motor) llegaron a dicha posición, pero que por diversos inconvenientes
no pudieron mantenerse.<
Nota
publicada en Revista Campeones, edición n° 585 (del 8/03 al 21/03 de 2016),
pág. 44-45.
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