lunes, 26 de septiembre de 2016

La espera no lo agotó


El receso invernal no afectó a Rudi Bundziak, que en Toay continuó con su andar triunfal y se llevó la carrera sabatina de punta a punta. Además, el domingo remontó desde el 9º lugar para llegar 3º y quedar en la cima del Campeonato, aprovechando el magro fin de semana de Emiliano Marino.



La Fórmula Renault regresó a la acción luego del receso más extenso en medio de una temporada en al menos la última década. Los 56 días de ausencia de actividad no modificó en demasía la tónica con la que se venía desarrollando el campeonato. En especial, el andar de Rudi Bundziak durante las últimas fechas (venía de lograr 4 podios en las últimas 5 carreras) lo situaba como uno de los serios candidatos a la victoria en el autódromo “Provincia de La Pampa”. Vaya si no defraudó.

El que llegó a Toay como el último ganador de la categoría se adueñó el sábado con su tercera “pole” del año, acompañada por el cuarto triunfo anual (es el más ganador junto a Gastón Cabrera) horas más tarde, donde dominó de principio a fin. Tal es así que terminó con una diferencia a su favor de 6s2 sobre su escolta (distancia sólo superada por Martín Chialvo en la 2ª carrera de Río Hondo, cuando le sacó 6s5 al propio Bundziak), marca poco habitual en un año con tanta paridad en la categoría.

Partiendo desde la primera fila (2º) en la carrera del domingo, se podía prever un nuevo éxito del hombre del Litoral Group, pero una falla en la caja de cambios le impidió partir de la mejor manera, cayendo al tercer lugar. La situación se puso peor tras el único reinicio que tuvo la competencia, ya que el mismo inconveniente en la selectora le impidió tener una buena partida, cayendo hasta la 9ª ubicación a cuatro giros del final. Sin embargo, aprovechando el “trencito” en el que quedó como “furgón de cola” y que lideraba el 3º, Ricardo Rolando (Litoral Group), demostró el gran potencial del auto campeón (es el mismo que utilizó Martín Moggia el año pasado) para escalar hasta el último escalón del podio, superando a su compañero de equipo en los últimos metros de competencia.

Terminó siendo un fin de semana redondo para el nacido en Puerto Iguazú, en el que continuó con una racha de resultados envidiable (acumula 3 podios consecutivos, 6 en las últimas 7 carreras, cuando en las primeras 9 había logrado sólo 3), que lo situaron en la cima del Campeonato, sacándole 22 unidades a Emiliano Marino (Gabriel Werner Competición). El cordobés, que había llegado a Toay con 9 unidades de ventaja sobre Bundziak, lejos estuvo de presentar el rendimiento de su rival, principalmente el domingo, donde la rotura de la caja de cambios lo privó de sumar buenas unidades (fue 16º). El sábado había sido 5º en una discreta actuación.

Con buen paso
Destacados fueron los trabajos de tres de las principales promesas de la Fórmula: Hernán Satler, Juan Cruz Acosta y Martín Chialvo. El sobrino de Mariano Werner fue quien lideró la comitiva del Gabriel Werner Competición, logrando el domingo su 2ª victoria en 63 participaciones en la categoría tras partir 4º. A esta actuación le sumó el podio del sábado, donde concluyó como escolta de Bundziak. Por su parte, su compañero de equipo fue gran protagonista de la carrera sabatina, ya que luego de largar 9º realizó una impecable remontada para terminar en el tercer lugar, con el que ya acumula 3 podios en 12 carreras. Al igual que Acosta, Chialvo debutó hace seis fechas en la categoría, y fue el otro que acompañó a Bundziak y a Satler en los podios del fin de semana, siendo 2º en la exigencia dominical. En su caso, partió desde la 12ª colocación, para ya en la vuelta 4 ubicarse 5º, teniendo en cuenta que no hubo mayores incidentes en los primeros giros. Continuando con la faena de posiciones, finalizó la carrera sumando su sexta subida al estrado del año.<

Nota publicada en Revista Campeones, edición n° 603 (del 27/09 al 3/10 de 2016), pág. 36-37

domingo, 11 de septiembre de 2016

Una caricia al alma


Luego de sufrir una verdadera fatalidad con su padre, Nicolás Cotignola se repuso como pudo para correr en San Luis, y terminó siendo el gran dominador de la fecha, lo que le permitió escaparse en la punta de la “Copa de Plata”. Juan Pablo Barucca y Alan Ruggiero completaron el podio.



El mundo del TC Pista llegó a la novena cita del año, en San Luis, con la mente “tocada” tras lo sucedido en la semana previa a la competencia. El hecho que envolvió al Sprint Racing, y en particular a Marcelo Cotignola (ver “Un susto…”), generó un clima más que peculiar, sobre todo para el que llegó como ganador de la Etapa Regular, su hijo Nicolás.
El oriundo de Ituzaingó, beneficiado por la rebaja de kilos en su Torino (al igual que Tomás Urretavizcaya disminuyó el lastre de 35 a 20 Kg, tope máximo para quienes disputan el “play-off”), fue el amplio dominador del fin de semana. Salvo en la primera clasificación (donde quedó 3°), en el resto de las tandas fue la referencia de la categoría. Sin embargo, ello no quiere decir que haya “paseado” por el circuito “Rosendo Hernández” para alzarse con su cuarta victoria del año. Juan Martín Bruno (Dodge), el mismo que en la carrera anterior había perdido la victoria por apenas 300 metros, fue quien lo llevó a “raya” al líder de la “Copa de Plata” nada menos que durante 18 de las 20 vueltas pactadas. La rotura de la transmisión del piloto del UR Racing le allanó el camino a “Nico”, que así se encaminó a su 5ª victoria en 48 competencias, la segunda en San Luis, el lugar donde consiguió su primer triunfo, en 2014. “Era la carrera que más quería ganar, y terminó siendo la más emotiva de mi vida. Se la quiero dedicar a mi papá, que es lo único que importa ahora” declaró emocionado el ganador, que le dio a Torino el 4° triunfo del año (todos logrados por él).

Además, el piloto del auto alistado por Cristian Ávila en el chasis y Martín Costanzo en el motor, al sumar todas las unidades en juego (47), estiró a 32 la ventaja en la punta de la “Copa” con Alan Ruggiero (Ford), el nuevo 2°, que en San Luis completó el podio. Entre ellos arribó Juan Pablo Barucca (Torino), que luego de liderar el “trencito” del 3er al 7° lugar y defenderse del hombre del Azul Sport Team con maniobras al límite, aprovechó el abandono de Bruno para acabar por tercera vez en el año como escolta del ganador, y así escalar al 3er puesto en el “play-off”.

Para destacar resultó la labor de Julián Santero (Chevrolet), que concluyó 5° la competencia final, y quedó como el principal aspirante a la corona por la marca del “Moño”, ocupando la 3ª ubicación en la tabla. Son 43,5 las unidades que lo separan del líder.

Los otros dos integrantes del pelotón que lideró Barucca fueron Valentín Aguirre (Dodge) y Nicolás Pezzucchi (Chevrolet), quienes finalizaron 4° y 6° respectivamente, quedando como dos de los integrantes de los “tres de último minuto”. Emmanuel Alifraco (Ford), 14° en San Luis, es hasta el momento el otro que podría luchar por la corona en la última fecha.

La amplia distancia lograda por Cotignola en el mini-torneo se debió también al desempeño del que había llegado como su escolta, Tomás Urretavizcaya.  El domingo por la mañana el nacido en Chacabuco hipotecó sus chances al cambiar motor, lo que lo relegó en la grilla de la Final a largar prácticamente desde el fondo (24°), cuando lo iba a hacer desde el 15° lugar. Tras superar en cinco giros a ocho autos, la nueva planta impulsora comenzó a fallar, dejándolo a pie al cabo de 16 vueltas. Sin poder sumar más que 11,5 unidades, cayó al 5° lugar de la “Copa”.

>Un susto con suerte
El pasado martes, Marcelo Cotignola, director del Sprint Racing, sufrió un accidente al incendiarse (con él adentro) el auto de Nazareno López, mientras era probado en el rolo de Claudio Bisceglia. El fuego, generado tras una explosión producida en el propio vehículo, no solo dejó roturas materiales en el taller y en el auto (que no sirve más), sino que también Cotignola padre resultó afectado, debiendo ser trasladado al Hospital de Quemados de la ciudad de Buenos Aires. Allí se comprobó que sufrió lesiones en su cara y manos, quedando en coma farmacológico para socavar las heridas, hasta ser intervenido quirúrgicamente. Como saldo positivo, su vida no corre peligro. 

Nota publicada en Revista Campeones, edición n° 602 (del 13 al 26/09 de 2016), pág. 42-43