En una definición apasionante, Mauro Giallombardo a bordo de su Ford hizo todo lo que debía hacer en esta última fecha: hacer la pole (su primera), ganar su serie y llevarse el triunfo en la final, en un circuito como el Roberto Mouras de La Plata que conoce a la perfección
Las series de la mañana trajeron las primeras emociones: en la primera, Giallombardo dominó y se llevó la victoria, mientras que Agustin Canapino terminó segundo. Sin embargo, luego de dicha competencia el hombre de Arrecifes recibió cuatro puestos de penalización por excederse en la largada. Gabriel Ponce de León, también con chances de campeón, en esta batería quedó octavo.
En la segunda fue Diego Aventín el protagonista, al ganarle a Guillermo Ortelli la largada y así ir hacia el triunfo, dejando atrás a tres candidatos a la corona: al chevrolet número uno, a Juan Bautista de Benedictis y a Norberto Fontana. Sin embargo, el golpe de escena fue el abandono de Matias Rossi, tras recibir el golpe del Ford de José Savino. El chevrolet (que llegó puntero del campeonato a La Plata) se había tocado con el torino de Fontana y quedó en el medio de la pista, donde recibió el impacto. Con el auto destruido, Rossi no pudo formar parte de la final y así se despidió de la lucha por la corona.
En la tercera serie el triunfador fue Juan Manuel Silva, seguido por el torino de Nestor Girolami. Christian Ledesma, otro candidato a la Copa, terminó en la sexta ubicación, tras un toque con Martin Ponte en la última vuelta, mientras buscaba ser tercero.
En la final, todo fue para Giallombardo: en la largada inmediatamente tomó la punta, y a partri de entonces buscó ampliar cada vez más la ventaja con Silva. Atrás sucedió de todo, con una buena lucha entre Fontana, Ledesma y Canapino. Los tres tuvieron inconvenientes: Fontana y Ledesma se tocaron, mandando al ex F1 al pasto, mientras que Canapino pinchó un neumatico que lo dejó a pie. Por su parte, Juan Bautista de Benedictis se encontró con un Juan Marcos Angelini dificil de superar, quedando detrás suyo durante toda la carrera, hasta que en el final logró superarlo.
El hombre de la carrera fue Guillermo Ortelli, el maximo referente de chevrolet de los últimos tiempos. Sabía que solo podía luchar por el título si ganaba y esperaba otros resultados. El hombre que más lejos se encontraba del titulo de todos los candidatos del chivo no la tuvo facil, ya que largó desde la sexta posición en la final. De a poco, el séxtuple “tiró a la parrilla” toda su experiencia y empezó a superar autos: primero fue Angelini, para luego (y tras varias vueltas de lucha) superar a Aventín. A cinco del final el superado fue Silva, para así terminar en el puesto de escolta, justo detrás de Giallombardo. Este último (que tenía pintado el 16 en el auto, en recuerdo de Guido Falaschi, su amigo) llegó a la meta ya con las primeras lagrimas, para terminar en el podio festejando, sin siquiera haberse sacado el casco y el hans, algo totalmente atípico, pero comprensible con tamaña alegría.
De esta manera, Giallombardo sumó 94,5 puntos en la Copa, suficientes para lograr su primer corona en el TC a los 22 años, convirtiendose en el segundo piloto más joven en lograrlo (A. Canapino con 20 años en 2010, el más chico). Además, consiguió el título en su segundo año en la categoria, al igual que le había sucedido en el TC Mouras (2008) y en el TC Pista (2010). Detrás de él, en el campeonato quedaron de Benedictis (77,5), Ortelli (76,25), Ledesma (68), Rossi (62,5) y Canapino con 62,25.
El TC llegó a su final de temporada en un año polémico, tanto por el abrumador dominio de Chevrolet hasta mitad de año, como por las medidas reglamentarias (impuestas antes del inicio de la Copa de Oro) que favorecieron notoriamente a los Ford. Será cuestión de debatir y tomar las medidas necesarias de cara al 2013, con el fin de lograr la perfecta paridad que tanto busca la ACTC.
Publicado en Rock 'N Ball el 02/12/2012
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