El equipo de Gabriel Bonavia tuvo un de semana de ensueño en Alta Gracia: además de lograr la victoria en ambas carreras con Ricardo Rolando, de la mano del misionero conquistó el Campeonato de pilotos por segundo año consecutivo, y también se alzó con el de equipos, por tercera temporada seguida.
La segunda
visita del año de la Fórmula Renault 2.0
al autódromo “Oscar Cabalén” de la ciudad de Alta Gracia marcó el cierre del
52° Campeonato Argentino de la categoría. La gran paridad que se evidenció
durante toda la temporada hizo que recién en la 12ª y última fecha se
definieran los títulos de pilotos y de equipos. En ambos, hubo un ganador en
común: el Litoral Group.
El equipo
con sede en Rosario, que había dominado a voluntad el pasado certamen gracias a
Martín Moggia (Campeón) y a Marcelo Ciarrocchi (3°), supo recomponer su alineación tras la ida de sus dos mejores volantes
al TC2000 con Rudi Bundziak y Ricardo Rolando, dos pilotos que habían
terminado la temporada 2015 (la primera completa para ambos) compitiendo en el Gabriel Werner Competición.
Paradójicamente,
el conjunto paranaense resultó ser el
rival a vencer por la escuadra de Gabriel Bonavía en la última fecha, en la
lucha por obtener el certamen de equipos, y justamente Bundziak y Rolando
terminaron dándole el cetro al Litoral. Primero, con un contundente 1-2 de la
mano del oriundo de Venado Tuerto. Segundo, con el 1-4 del domingo,
repitiéndose el orden. Así, sumó como nunca en el año (97 puntos), por lo que
superó al GWC (que había liderado el certamen durante las anteriores 11 fechas)
por 16 unidades. De esta manera, y tras 11 temporadas en la categoría, el Litoral logró su quinto torneo de
equipos, el tercero de manera consecutiva, con un dato particular: ninguno
de los nueve volantes que estuvieron en el conjunto en aquellas últimas tres
conquistas lo ha estado en más de un torneo, demostrando que los buenos
rendimientos de sus autos van más allá del talento individual de quienes los
manejaron. Además, nuevamente han sido los que mayor cantidad de victorias (9)
y “poles” (8) cosecharon a lo largo del campeonato.
Por su
parte, el joven Bundziak, de 18 años, llegó a Alta Gracia con 8 unidades de
ventaja sobre Emiliano Marino (G. Werner Competición) y 24 sobre Gastón Cabrera
(LR Team). El primer golpe de gracia lo dio en clasificación quedando 2°, es
decir delante de sus rivales, que se ubicaron
4° y 6° respectivamente.
Luego de
finalizar 2° la exigencia sabatina, quebró las chances de Cabrera, que al
llegar 6° quedaba 33 unidades por detrás suyo con 25 en juego. Marino arribó
3°, por lo que el misionero estiraba en 3 puntos más la diferencia, pero no le
alcanzaba para festejar. Igualmente, con terminar dentro de los 6 primeros el
domingo era campeón, y así fue: si bien la competencia resultó ser más caótica
que la del día anterior (llegó a caer hasta el 5° lugar tras largar 2°), el
piloto del Tito n°7 finalmente arribó 4°, desatando la alegría de todo su
equipo.
“Lo
que se logró fue realmente increíble, no lo puedo creer. Es un premio a todo el
esfuerzo del equipo y de mi familia. Realmente llegar a esto fue algo muy
difícil. Hace un año arrancamos y crecer así de rápido no fue nada fácil, pero
con mucho trabajo pudimos lograrlo” declaró ante los micrófonos de Campeones
por Radio Rivadavia el 45° Campeón de la Fórmula, el segundo de su provincia
(Rafael Morgenstern fue el primero, en 2001 y 2002), y el único de su Puerto Iguazú natal, ciudad que nunca había tenido a
un consagrado en el automovilismo nacional. En lo que fue apenas su segunda
temporada completa en la categoría, “Rudito” comenzó el camino al título hacia
fines de mayo en el mismo “Cabalén” que lo coronó, cuando se dio el lujo de
obtener en aquel fin de semana sus primeras dos “poles” y victorias. Desde
entonces comenzó a edificar una serie de resultados que terminaron siendo un
perfecto equilibrio entre victorias y podios (6 y 13), algo que no supieron
lograr sus rivales por el cetro, como Cabrera (7 –el más ganador- y 9) y Marino
(2 y 15 -el que más podios acumuló-), que por falta de regularidad o de éxitos
no pudieron contrastar lo que terminó siendo la clave del título para el
norteño. Así, se coronó con 9 unidades de ventaja sobre el segundo y 28 sobre
el primero. Simplemente, fue el mejor.
Nota publicada en Revista Campeones, edición n° 609 (del 29/11 al 5/12
de 2016), pág. 48-49.